En mi entrada de diario de hoy me gustaría
hacer una pequeña reflexión, que también propongo como debate para la última
sesión de esta materia. Tanto la profesora Luz como Ana han comentado en sus
clases que las actividades, tareas y ejercicios que preparamos, no siempre se
desarrollan de la forma que esperamos, ya sea por el nivel del grupo aula, la
implicación de los alumnos o el contexto. Parece ser, que muchas veces
terminaremos nuestra clase con la sensación de que la misma actividad no ha
fluido de la misma manera en un grupo aula o en otro. Por la experiencia de
estas dos profesoras esta sensación es muy fácil que se repita en nuestro día a
día como docentes. Por eso, me gustaría proponer la posibilidad de hacer una pequeña evaluación al terminar cada sesión
para que nos sirva para comprobar cómo hemos actuado con nuestros alumnos. Esta propuesta de preguntas
creo que nos podría ayudar a comparar dos sesiones basándonos en los mismos criterios.
En muchas ocasiones, imagino, que entraremos y saldremos del aula de forma tan
natural y no nos plantearemos, ni siquiera dedicar unos segundos a evaluar cómo se ha desarrollado la clase pero
si lo hiciéramos, a lo mejor esto nos ayudaría a aprender de forma rápida y
objetiva desde nuestra propia experiencia Y no nos tomaría más que dos minutos
de nuestro tiempo. No sé si os parece una idea acertada pero aquí dejo mi
propuesta de auto-evaluación:
1.
¿He sido puntual?
2.
¿He entrado sonriendo a clase?
3. ¿He detallado al inicio de la clase lo que
mis alumnos aprenderán conmigo, he generado expectativas…?
4.
¿Mi tono de voz ha facilitado la atención y
comprensión de las actividades?
5.
¿Mi lenguaje corporal ha transmitido energía?
6.
¿Me he dirigido a mis alumnos por su nombre?
7.
¿He escuchado de forma
activa cuando un alumno me ha preguntado algo?
8.
¿He agradecido el
valor de una respuesta acertada y también equivocada?
9.
¿He intercalado anécdotas
cotidianas, vídeos o imágenes en mi clase?
10. ¿Al menos un tercio de mis alumnos han intervenido en la
clase?
11. ¿Nos hemos divertido?
12. ¿He salido sonriendo de la clase?
No creo que estas preguntas sean la salvación
a las frustraciones o decepciones que seguro formaran parte de nuestra vida
profesional pero quizás, logren ser un punto de diagnóstico personal y una forma
de mejorarnos y superarnos.
No sé si estaréis de acuerdo conmigo pero si el resultado de nuestra evaluación diaria es positivo, habremos cumplido con una parte muy importante de nuestra labor como docente por lo que sería el momento de empezar a plantearles a nuestros alumnos, si aun no le hemos hecho, su implicación personal en su proceso de aprendizaje ya que de nuestra parte ya está toda la carne puesta en el asador.
No sé si estaréis de acuerdo conmigo pero si el resultado de nuestra evaluación diaria es positivo, habremos cumplido con una parte muy importante de nuestra labor como docente por lo que sería el momento de empezar a plantearles a nuestros alumnos, si aun no le hemos hecho, su implicación personal en su proceso de aprendizaje ya que de nuestra parte ya está toda la carne puesta en el asador.